5 reseñas relámpago
Estoy aquí en mi Servicio, para mi fortuna lo hago en una estación de radio, 99.7 Uni Radio, la estación de la UAEMex, mi universidad, y bueno, me encargaron estas 5 reseñas que ya terminé y las subo antes de que mi jefe regrese y me vea subiendo cosas a mi blog.
Chikita Violenta – The Stars and Suns Sessions
Grabado en Toronto y con la mano de David Newfeld, este segundo larga duración de la banda originaria de la capital de este país es un plato que demuestra una evolución considerable, claro que la producción y las colaboraciones ayudan a ello. Lejos ya de esa banda autosuficiente, los ahora firmados por Noiselab no hacen más que una emulación de bandas de Estados Unidos y Canadá, quedando muy por debajo. Se comprende la intención, pero el afán de cantar inglés, y más allá, el de copiar tendencias exactas no, pues puede ser que resulten verdaderamente refrescantes para la escena del rock nacional, pero comparados con las bandas que emulan, resultan genéricos y olvidables.
Este trabajo se trata de un buen esfuerzo que brinda diversidad a la escena nacional, sin embargo no les alcanza, y el problema radica en que por querer abarcar mucho se quedan cortos.
Final Fantasy – Has a Good Home
Owen Pallett, bajo el nombre de Final Fantasy se separa de otras bandas como Picastro y Arcade Fire para debutar en solitario con “Has A Good Home”, un disco de sensibilidad y belleza innegables, en donde su violín procesado en loops crea atmósferas llenas de, valga la redundancia, fantasía.
Es un trabajo que le gusta juguetear, brincar del pop al folk de forma afable, y sobre todo natural, el oriundo de Toronto sabe escribir melodías tiernas y luminosas, además de letras divertidas que lo hacen un cronista de su ciudad natal. Es capaz de convertir una urbe como lo es Toronto en un pueblo de cuento de hadas gracias a pasajes musicales lo mismo llenos de hermetismo y libertad al mismo tiempo, es un contador de historias, personales y locales, y logra transportate a ese momento y lugar con la sencillez de un violín y de escasos arreglos acertados.
Helios – Eingya
Keith Kenniff bajo el nombre del dios griego Helios es el músico detrás de este proyecto de música ambient. La música de Helios es bella por si misma, y radica en el silencio sutil y preciso que logra capturar, haciendo de las melodías piezas más allá del ambiente, convirtiéndolas en piezas cinemáticas capaces de pintar paisajes detallados.
Se trata de un trabajo sutil y delicado, lleno de luz, pese a lo callado que es, está lleno de vida, es cálido, sonriente, amable. Es perfecto para un día soleado o una tarde lluviosa y aunque no se trata de nada novedoso está lleno de frescura. Como buen músico de ambient, la influencia de Brian Eno salta a la vista, sin embargo, Kenniff posee más elementos de rock convencional, como punteos y riffs bien estructurados de guitarra.
Un buen trabajo para relajarse o imaginar cosas, bien sirve para ambientar, como el género lo indica, pero también vale la pena ponerle atención y descubrir los secretos que lo envuelven.
Patrick Wolf - The Magic Position
Más allá de lo musical, "The Magic Position" tiene cualidades que lo hacen innegablemente intrigante y asombroso: ambigüedad sexual, una alegría y un colorido vastos, letras inteligentes (como siempre), no hay desperdicio, es un trabajo encantador, melancólico, lleno de sensibilidad, bailable, tiene todo, sumado a eso, la capacidad como músico de Wolf va en aumento, vaticinando grandes cosas para un hombre tan joven. Siempre ha sido un músico por demás original que sabe dar flexibilidad a su instrumento primario, es decir, el violín.
Su madurez no significó sacrificar frescura del todo, las letras siguen cargadas de ironía y las melodías ahora poseen más variedad, un lado obscuro y nebuloso y otro más juguetón y divertido, Wolf se mueve en extremos sin dejar huecos en el camino.
Folk europeo mezclado con pop electrónico, mezcla infalible del cantautor, que suena más pulida y profunda en este su tercer álbum, más madura.
Volován – Monitor
Es triste ver que las bandas mexicanas se dediques sólo a copiar tendencias extranjeras ya probadas. Lo de Volován es tirarle a un rock pop inofensivo con tintes británicos, rock rasposo pero pegajoso, no demasiado profundo ni cerebral, más bien amigable y vendible.
Cierto es que son capaces de escribir melodías pegajosas aptas para la radio, que se corean a todo pulmón en los conciertos pero que de ahí no pasan. Las canciones están basadas en estructuras sencillas de pocos acordes para enmarcar una voz de poco rango que canta con tono lastimero, eso sí, con coros que se graban en la memoria, una capacidad de admirarse.
Las 13 canciones que componen el álbum, tan parecidas una de otra, se mantienes homogéneas y ninguna explota para arriesgar, es un disco bastante plano en ese sentido y por ende, tiende a ser aburrido para un oído exigente.
Grabado en Toronto y con la mano de David Newfeld, este segundo larga duración de la banda originaria de la capital de este país es un plato que demuestra una evolución considerable, claro que la producción y las colaboraciones ayudan a ello. Lejos ya de esa banda autosuficiente, los ahora firmados por Noiselab no hacen más que una emulación de bandas de Estados Unidos y Canadá, quedando muy por debajo. Se comprende la intención, pero el afán de cantar inglés, y más allá, el de copiar tendencias exactas no, pues puede ser que resulten verdaderamente refrescantes para la escena del rock nacional, pero comparados con las bandas que emulan, resultan genéricos y olvidables.
Este trabajo se trata de un buen esfuerzo que brinda diversidad a la escena nacional, sin embargo no les alcanza, y el problema radica en que por querer abarcar mucho se quedan cortos.
Final Fantasy – Has a Good Home
Owen Pallett, bajo el nombre de Final Fantasy se separa de otras bandas como Picastro y Arcade Fire para debutar en solitario con “Has A Good Home”, un disco de sensibilidad y belleza innegables, en donde su violín procesado en loops crea atmósferas llenas de, valga la redundancia, fantasía.
Es un trabajo que le gusta juguetear, brincar del pop al folk de forma afable, y sobre todo natural, el oriundo de Toronto sabe escribir melodías tiernas y luminosas, además de letras divertidas que lo hacen un cronista de su ciudad natal. Es capaz de convertir una urbe como lo es Toronto en un pueblo de cuento de hadas gracias a pasajes musicales lo mismo llenos de hermetismo y libertad al mismo tiempo, es un contador de historias, personales y locales, y logra transportate a ese momento y lugar con la sencillez de un violín y de escasos arreglos acertados.
Helios – Eingya
Keith Kenniff bajo el nombre del dios griego Helios es el músico detrás de este proyecto de música ambient. La música de Helios es bella por si misma, y radica en el silencio sutil y preciso que logra capturar, haciendo de las melodías piezas más allá del ambiente, convirtiéndolas en piezas cinemáticas capaces de pintar paisajes detallados.
Se trata de un trabajo sutil y delicado, lleno de luz, pese a lo callado que es, está lleno de vida, es cálido, sonriente, amable. Es perfecto para un día soleado o una tarde lluviosa y aunque no se trata de nada novedoso está lleno de frescura. Como buen músico de ambient, la influencia de Brian Eno salta a la vista, sin embargo, Kenniff posee más elementos de rock convencional, como punteos y riffs bien estructurados de guitarra.
Un buen trabajo para relajarse o imaginar cosas, bien sirve para ambientar, como el género lo indica, pero también vale la pena ponerle atención y descubrir los secretos que lo envuelven.
Patrick Wolf - The Magic Position
Más allá de lo musical, "The Magic Position" tiene cualidades que lo hacen innegablemente intrigante y asombroso: ambigüedad sexual, una alegría y un colorido vastos, letras inteligentes (como siempre), no hay desperdicio, es un trabajo encantador, melancólico, lleno de sensibilidad, bailable, tiene todo, sumado a eso, la capacidad como músico de Wolf va en aumento, vaticinando grandes cosas para un hombre tan joven. Siempre ha sido un músico por demás original que sabe dar flexibilidad a su instrumento primario, es decir, el violín.
Su madurez no significó sacrificar frescura del todo, las letras siguen cargadas de ironía y las melodías ahora poseen más variedad, un lado obscuro y nebuloso y otro más juguetón y divertido, Wolf se mueve en extremos sin dejar huecos en el camino.
Folk europeo mezclado con pop electrónico, mezcla infalible del cantautor, que suena más pulida y profunda en este su tercer álbum, más madura.
Volován – Monitor
Es triste ver que las bandas mexicanas se dediques sólo a copiar tendencias extranjeras ya probadas. Lo de Volován es tirarle a un rock pop inofensivo con tintes británicos, rock rasposo pero pegajoso, no demasiado profundo ni cerebral, más bien amigable y vendible.
Cierto es que son capaces de escribir melodías pegajosas aptas para la radio, que se corean a todo pulmón en los conciertos pero que de ahí no pasan. Las canciones están basadas en estructuras sencillas de pocos acordes para enmarcar una voz de poco rango que canta con tono lastimero, eso sí, con coros que se graban en la memoria, una capacidad de admirarse.
Las 13 canciones que componen el álbum, tan parecidas una de otra, se mantienes homogéneas y ninguna explota para arriesgar, es un disco bastante plano en ese sentido y por ende, tiende a ser aburrido para un oído exigente.
*La de Patrick Wolf está basada en una que publiqué aquí con anterioridad